Mónica Schlotthauer, de diputada nacional a empleada de limpieza en solo 30 días

Mónica Schlotthauer

Hace apenas un mes formó parte de la última sesión ordinaria del Congreso Nacional en 2019 y este sábado, Mónica Schlotthauer retomó su trabajo como empleada de limpieza en la estación ferroviaria de Once. El curioso hecho se conoció el domingo, cuando el dirigente gremial Rubén “El Pollo” Sobrero compartió en sus redes sociales una imagen del encuentro que tuvo con ella en su lugar de trabajo.

“Con la delegada de los trabajadores y ex diputada en Once. Mónica Schlotthauer terminó su mandato y volvió a trabajar, ¿conocés muchos casos como este?”, se preguntó Sobrero sabiendo que la respuesta es evidente.

La difusión que tuvo la noticia, tanto en redes sociales como en medios de comunicación, sorprendió a la propia exdiputada. “Refleja la bronca de la gente con los políticos”, afirmó Schlotthauer en diálogo con este redactor.

“Estuve de licencia los últimos cuatro años y ahora vuelvo a trabajar. Me reincorporé el sábado. De todas formas, el año que viene vuelvo a la Cámara”, agregó Schlotthauer. La referente de Izquierda Socialista, uno de los partidos que forman parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, explicó que por el sistema de rotación de bancas de su espacio político, en marzo de 2021 Juan Carlos Giordano y ella reemplazarán a los actuales diputados del espacio, Nicolás Del Caño y Romina Del Plá.

“Me recibieron bien, sorprendidas y contentas -contó Schlotthauer en referencia a sus compañeras de la estación Once- Volvimos a trabajar juntas después de mucho tiempo. Lo mismo con los vendedores ambulantes. Yo los veía cuando pasaba, porque iba en tren a la Cámara de Diputados, pero siempre estaba apurada. Ahora voy a estar nuevamente 8 horas por día”, agregó Schlotthauer y explicó que, de los últimos cuatro años, los dos primeros ocupó una banca en la legislatura bonaerense y los dos últimos, en el Congreso Nacional.

De dirigente gremial a diputada

Schlotthauer tiene 56 años, empezó a militar en el Partido Socialista de los Trabajadores durante la última dictadura militar y con el retorno de la democracia comenzó su carrera sindical. Fue delegada en el Sanatorio Antártida durante diez años: “Nos echaron durante la primera lucha contra los procedimientos preventivos de crisis de la reforma laboral de Menem”, afirmó.

Después trabajó en un call center, del cual también la echaron, y permaneció desempleada durante un tiempo, motivo por el cual decidió irse a vivir a Venezuela.

“No conseguía trabajo, daba vueltas y en Venezuela empezaba la lucha de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), una nueva central sindical. Fui a ver si conseguía trabajo y a aprender de todo ese proceso. Eso fue en 2005-2006. Nosotros peleamos por el socialismo acá y en todos los países”, explicó.

En 2007 Schlotthauer volvió a la Argentina, trabajó algunos meses en una empresa textil hasta que entró en el ferrocarril. “Había una serie de ingresos y pude entrar. Empecé en el Mitre y después me pasaron al Sarmiento”, señaló. Allí retomó la actividad gremial, como delegada de la Lista Bordó y fundó la agrupación Mujer Bonita es la que lucha, desde la cual impulsa proyectos para reparar la desigualdad de género en su espacio laboral.

“Cuando yo entré, las mujeres apenas podían limpiar. Nos juntamos y empezamos a pelear para ser guardas y después para ser maquinistas”, explicó.

A futuro

Independientemente de su trabajo en la limpieza de trenes y andenes, Schlotthauer tiene previsto retomar su trabajo sindical y asegura que sus jefes están “muy molestos” con su retorno, porque “saben que les voy a ir a reclamar y a pelear todas”.

Nota publicada originalmente en LA NACION

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